Por: Dominique Viera P.
Vicepresidenta de la Cámara Minera de Chile
El sector minero ha estado en la opinión pública no solo por sus niveles de producción o su forma de operación. Se habla de un nuevo royalty para el sector; se levantaron voces que pretenden restringir la actividad, etc., todos temas que han sido latamente tratados.
Sin embargo, en estas líneas quiero aprovechar para destacar que la minería es una oportunidad. Lo es por cuanto aporta casi el 15% del PIB de nuestro país, el 60% de las exportaciones y el 20% de los ingresos fiscales provienen de esta industria.
Chile está en un escenario privilegiado en cuanto a la producción de cobre y litio, aunque en riesgo, por los posibles cambios en las reglas del juego, ya que existirá un aumento de demanda mundial de esos minerales, y otros. Se prevé que la demanda de cobre crezca de 25 millones de toneladas, que se requieren en la actualidad, a unos 50 millones de toneladas para 2035, y que iría en aumento.
Este aumento obedece, entre otras cosas, a las nuevas tecnologías y medidas para mitigar los efectos del cambio climático, donde el cobre y el litio juegan un rol fundamental en electromovilidad; en energías limpias que permitirán la anhelada descarbonización, por ejemplo.
Por ello, nuestra minería es una oportunidad tanto para el país, por la posibilidad de mayores ingresos a las arcas fiscales que permiten a los gobiernos llevar adelante sus programas sociales; por un mayor desarrollo de operaciones, ya que para cubrir esa demanda habrá que producir más; para los profesionales de diversas carreras y especialmente de aquellas relacionadas con la actividad, porque se abrirán más cupos de trabajo; para las mujeres que quieran ingresar al sector, porque hoy es una opción.
La minería hoy es y tiene una oportunidad de mostrarle al mundo que es capaz de hacer las cosas bien. Las empresas del sector han invertido en nuevas tecnologías; ocupan un 4% del agua continental, reutilizan el agua; usan agua de mar y desalada. Según datos de la Comisión Chilena del Cobre, Cochilco, son once los proyectos de desalinizadoras que están en curso, inversiones que acercan a Chile al objetivo de lograr que el 68% del agua usada por la minería venga del mar en 2032.
Además, han intensificado el uso de energías limpias en sus procesos, e incluso, ya vemos cómo el hidrógeno verde forma parte de algunas operaciones.
Claramente, la minería es una oportunidad para hacer de Chile un gran país, demostrando al mundo que podemos ser una minería verde, que podemos producir un cobre verde. Esa es la oportunidad que está tomando el sector, para entregársela al mundo y a los ciudadanos de nuestro país.