Ante anuncio de cobro de sobretasa a la industria:
“Nuevamente los ojos del Estado se fijan en la industria minera. Esta vez para gravar nuevos impuestos, más allá del Royalty, que les permita subsidiar las alzas de los costos de energía que los ciudadanos deberán afrontar. Me pregunto: ¿No hay otras alternativas? ¿Siempre será la industria minera la que mantendrá boyante las arcas fiscales? Hasta cuándo se usa a la industria minera como vaca lechera”, dijo el Presidente de la Cámara Minera de Chile, Manuel Viera.
Desde el Gobierno anunciaron que el Ministerio de Energía está trabajando técnicamente para establecer la sobretasa que se aplicará a los clientes del sector industrial. “Una vez más se cambian las reglas del juego, más aún cuando analizamos toda la inversión que el sector minero ha realizado en producir con energías limpias y que además, siempre ha estado sujeta a altos costos de energía, el que representa aproximadamente un 11% de los costos operacionales en la minería del cobre”, señaló Viera.
El Presidente de la Cámara Minera de Chile, indicó que cada vez que el gobierno de turno tiene que apoyar a la ciudadanía ve a la minería como una alcancía que nunca se acaba. “Deben tener en cuenta que además de costos de producción onerosos, sumados a altos impuestos y ahora el anuncio de una sobretasa en el costo de energía, no solo le hace mal al negocio, sino que también echa por tierra la posibilidad de cambiar el uso de combustibles por energía eléctrica”, aseveró.
Añadió que estas medidas no solo afectan las utilidades de las compañías, sino que una vez más el gobierno toma decisiones que hacen que la minería nacional no pueda mantener la competitividad que ya se ha visto afectada.
“Al parecer se les olvida que la minería es el motor del país; que ya lo gravaron con el Royalty, por el cual obtienen una abundante recaudación, pero no puede ser que cada vez que se presente un problema a nivel país sea este sector el que deba financiar los programas sociales. Atención que la gallina de los huevos de oro puede desaparecer y no por voluntad propia”, concluyó Manuel Viera.